Zapatos

domingo, 30 de noviembre de 2008

 

Carmen colgò el telefono, y se vistiò de prisa.
Como acostumbraba, pintò sus cejas asimetricas, y se peinò lo mejor que pudo, mientras le temblaban las manos.
Tomo su cartera, en una mano a una niña, y en el brazo contrario a la otra que aùn no andaba.
Caminaban a prisa, cuando una mujer que podría ser cualquiera, se acerco con una sonrisa disimulada, y le dijo en voz baja:
-¿Señora, ya vio sus zapatos?
Carmen llevaba una zapatilla verde y una negra.
Carmen caminaba hacia el funeral de su hermano.

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